Donde hace tiempo hubo un restaurante gallego clásico, ahora se encuentra Street Fish, un restaurante que se define como "freiduría urbana". Y la verdad es que ponerse hasta las trancas de frutos y bichos del mar suele salir tan caro que se ha convertido en un acto de proporciones míticas, que como quien dice solo te imaginas haciendo cuando acabas el camino de Santiago.
Bien, aquí puede saciar tu ansia, y de una manera muy original. No es un bufet libre, pero casi. Por la moderada cantidad de 15 euros por persona, te traerán ¡una palada! de marisco a la plancha que depositan sin ningún tipo de ceremonia en una bandeja para que te lances encima como un tiburón hambriento. Gambas, navajas, calamares, zamburiñas, volandeiras... Hombre, por 15 euros por cabeza no te podrán ni gamba de Rosas ni percebes de la ría, pero la bacanal de marisco aceptable a un precio democrático está garantizada.