La Rambla de Fabra i Puig es un punto de intensa actividad lúdica, sobre todo dedicada a las tapas. Hacía falta un lugar como Senyor Fabra para completar el círculo. La propuesta de este nuevo local del grupo Pepa Tomate formula una propuesta de calidad y buen gusto. Se ha creado un ambiente rompedor pero no extravagante, ideal para grupos de amigos, pero también para parejas o por cenas de trabajo. Un menú semanal variado por menos de 15 euros permite ir a menudo, y esto se agradece.
De la carta nos sorprendió un brioche en tempura de pies de cerdo, con un sugerente pesto de hierbas de aderezo. Entre los platos recomendados semanalmente, unas alcachofas confitadas con jamón y dados de foie, que justifican una visita. Una cosa tan sencilla como las patatas bravas –y el alioli que las acompaña– merecen aplaudir una cocina a la vista comandada por dos mujeres, la Victoria y Sandra –la segunda muchos años a la lamentablemente desaparecida Casa Lucio–.
Pau, el chef ejecutivo del grupo, ha sabido formar un equipo joven y entusiasta y ha creado una carta con platos originales y sin estridencias. Esta es una propuesta diferente en el barrio y diferente de las otras del grupo. El menú ofrecía un arroz de 'cap i pota', pero siendo jueves optamos por el de la carta, de pato y trompetas de la muerte, digno de mención y premio. En los postres, un conseguido tiramisú con base de carquiñolis. Servicio agradable y eficiente, que es lo que cuenta y se agradece.