Rubell

Icono de la buena mesa de la meseta desde 1945. Bien: de hecho, ya era fonda dos siglos atrás, pero los Catot –ahora, tercera generación– no aterrizaron hasta pasada la guerra. ¿Fórmula? Cocina típica catalana de 'mestressa', de calidad, y que, con el tiempo, ha sabido evolucionar. El fuego sigue siendo de carbón. Carne de olla, 'trinxat', canelones, manitas de cerdo, arroces, carne a la brasa, bacalao. Con reserva, te cocinan, fuera de carta, todo lo que pidas. Menú diario (jueves, ¡paella!), de fin de semana y también de degustación.