Esto es una explosión colorista de arte urbano. Donde estuvo el Chelsea, la primera hamburguesería de Barcelona, el chef brasileño Fabio Souza ha abierto un restaurante de bocadillos y hamburguesería con un twist brasileño. Souza es un cocinero todoterreno: ha dirigido la cocina del Palau de la Música y del equipo de Honda GP. Ahora, en Ruar, revisa la comida callejera desde la convicción de que «no todo este género proviene del sudeste asiático».
Con preparaciones que se hacen a fuego lento y se comen con avidez –el maravilloso mural de una mano vampiro hambrienta ya nos avisa– Souza ha ideado barbaridades como la estrella de la casa: Fat Cow, un bocadillo con casi medio kilo de costilla de ternera –hecha durado 18 horas, su hueso en el bocadillo, ¡que extraes sin esfuerzo!– que lleva mayonesa casera, queso californiano Monterey Jack y cebolla encurtida. Es un bocadillo de 15 euros, el más caro de la carta, pero es una maravilla de suculencia y sabor que te deja exhausto (mira que servidor tiene saque, y para mí es plato y medio). Menos el pan, todo está hecho en su cocina: como unas 'coxinhas' con mayonesa de kimchi buenísimas. Para volver una y otra vez y repasar toda la carta: como buen brasileño, el chef lleva en sangre la mezcla de carne a la parrilla y queso fundido.