'Pocha' en coreano no tiene nada que ver con languidecer: Byul Nim Ro, la propietaria, explica que significa "comer y beber con los amigos para los puestos de la calle, después del trabajo". Salir de cañas,vaya. Y este local es un punto y aparte respecto del resto de coreanos, por estética y concepto; una barra estrecha nos lleva a un precioso restaurantito medio subterráneo, que reproduce la noche coreana –neones, hierro, aires de 'Blade runner'- y una carta donde la tradición convive con la adaptación en tapa del recetario (¡que bueno el pollo frito a la coreana!). Descubrid la coctelería con soju, su sutil licor de arroz. Un ejemplo: una sencilla mezcla de cerveza y soju, donde la dulzura del licor saca lo amargo de la cerveza, pero no enmascara el sabor.
Otros platos que vale la pena probar es su pulpo al estilo coreano –cocido, frío y tierno, con salsa picante y verduras– o un muslo de pollo a la brasa con salsa de mayonesa de wasabi. Y otros inventos que a pesar de escaparse de la ortodoxia, tienen un innegable sabor coreano, como el gratinado de pollo picante con pasta de arroz.