En un mundo, el de la pizza, donde los precios se han disparado, es un inmenso placer encontrar un restaurante como el de Michele Martino y Francesco Schiavone, dos napolitanos instalados en Barcelona. Abierta en 2016, Mama Pizza ofrece pura pizza napolitana de la buena hecha con productos de la Campania. Partiendo de una base ideal como es una masa de harina de trigo italiano fermentada durante 36 horas, aquí podrás pedir recetas clásicas a precios muy asequibles: caprichosa, napoletana, proscciutto e funghi y todos aquellos nombres que iluminan los ojos de granos y pequeños, a precios entre diez y doce euros.
Y para quienes vienen a jugar, claro, está el apartado de pizzas especiales, con delicadezas vegetarianas como una pizza de crema de calabacines, mozzarella, tomates secos, ricotta y pimienta, o chutes de proteína selecta, como su pizza carbonara con mozzarella, 'guanciale', huevo y quesos pecorino y parmesano. Ojo, que aquí mantienen esa tradición de comida callejera con la pizza 'portafoglio', plegada para comer con las manos, y que en 'happy hour' de fin de semana os servirán con un spritz a un precio irrisorio.