Un pequeño café turco de aires chic e intenciones 'healthy' abrió en pleno Turó Parc y se traspasaó. Sojaila, la nueva propietaria, redujo la carta a la mitad sin renunciar a parte de la huella del establecimiento primigenio. Para desayunar, bocadillos con pan 'simit', platos de huevos y el desayuno típico de Turquía: un plato combinado con queso, aceitunas marinadas, tomate, pepino, pimiento, crema de sésamo, mermelada, pan, miel y requesón, frutos secos y fruta.
Para comer, ensaladas, hamburguesas, pollo con 'sumaque' y salmón con quinoa. Y para matar el hambre a media mañana o tarde, pasteles caseros y helados del delicias. Pedimos un plato de 'Menemen' que, para entendernos, es el equivalente turco de los 'huevos rancheros' mexicanos. Viene con pan 'simit' y 'sucuk' frito, similar al chorizo. Los rayos de sol que se cuelan entre los árboles, los calefactores de los parasoles, las mantas, el comino del embutido y la calidez de los camareros consiguen que nos olvidemos del frío matutino.
La limonada de albahaca y la de pétalos de rosa también han sobrevivido al cambio de dirección y el proveedor de café sigue siendo El Magnífico. La carta de vinos, cervezas, cavas y destilados es breve pero acertada. Las raciones son reducidas y los precios propios de una terraza de la parte alta de la ciudad.