El tercer Parking Pizza esconde una sorpresa: en la planta baja -donde estuvo Celerí– arde Parking Sótano, "un bar de entrecots más que un restaurante", matiza uno de los socios, Marcos Armenteras. El local deslumbra: diseño brillante para un placer básico. En un sótano con un tercio de patio de luces y un ídem de cocina integrada en el comedor, un fuego de encina brasea lomo bajo de ternera, que te llevan a la mesa en el punto deseado.
Sólo comeréis un principal: 500 gramos de entrecot de primera, para dos personas, bien limpio y fileteado, por 35 euros. El resto son guarniciones con aires de bistrot simples y exquisitas: gratinado de patata y gruyere, ensalada y salsas que son para mojar ... carne. No hacen reservas. Y arriba, claro, encontraréis pizzas de primera categoría. No, no te llevarán el bistec a arriba, tendrás que elegir entre una cosa o la otra.