En esta hamburguesería gourmet con acento indie -la lista musical es exquisita, Mishima llevaron a cenar el Daniel Johnston- el cliente se puede componer su propia receta eligiendo los ingredientes (¡hay un billón de combinaciones!).
O tomar una receta fijada, como por ejemplo la brutal Chili Burger, con chile, jalapeños y mayonesa de 'chipotle'. Muy buenas hamburguesas, también, con carne de Nebraska, y una pequeña y acertada carta de vino a precios asequibles.