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[title]¿Hay alguna manera de cocinar más cautivadora que a la brasa? El olor que se percibe a lo lejos, el crujiente que se siente al masticar y esa ternura por dentro que nos roba el corazón. El restaurante de brasa por excelencia del hotel W Barcelona, Fire, vuelve a poner fuegos a la obra para presentarnos una propuesta llena de colores que rinde homenaje a la naturaleza y a la creatividad gastronómica. Se enmarca dentro de la tercera edición de las colaboraciones que el establecimiento ha estado realizando desde el verano con chefs de renombre.
En esta ocasión, el chef de la casa, Stefano Pinna, ha elaborado una carta de la mano de Xavier Pellicer, donde los vegetales suben un escalón en el pódium de la brasa para convertirse en auténticos protagonistas de esta técnica tradicionalmente asociada a la carne y el pescado. La nueva propuesta se tiñe del estilo Pellicer, chef ejecutivo de su propio restaurante ubicado en la capital catalana, donde prima la cocina saludable, y que cuenta con el galardón al mejor restaurante de verduras del mundo en 2018 y 2019, así como con dos Soles Repsol.
Una carta llena de colores
Los aciertos son una constante en la carta, donde encontraréis delicias que se impregnan de todo lo bueno que ofrece el invierno. El primer entrante a destacar es la tatin de Puerros a la Brasa con un toque de trufa negra, completamente vegetariana, que combina puerros ecológicos asados con puré de tallos, crujiente de raíces y patata. Las cocochas de bacalao al Carbón son otro ejemplo de entrante con carácter: están acompañadas de chips de su piel, pimientos del piquillo y una salsa pil-pil que marida a la perfección con el sabor marino que predomina en el plato.
La originalidad alcanza las nubes con el bistec de apio nabo, uno de los principales, que está confitado y soasado en su punto justo, realzado con un chimichurri Mediterráneo que le aporta una subida de picante. El arroz de pato cocido a la leña también es una apuesta arriesgada pero muy bien resuelta: la carne se funde en la boca con trompeta de la muerte, manzana de Girona, foie gras y una reducción de Pedro Ximénez. Y, cómo no, los terceros tenían que poner en primer plano a una de las estrellas de nuestra tierra: el cremoso de castaña, un dulce que combina marron glacé, gianduja de chocolate negro, avellana y una galleta crujiente de cacao. Si queréis disfrutar de una experiencia gastronómica que calme el frío invernal inspirada en los productos de temporada, ¡no os perdáis la nueva colaboración de Xavier Pellicer y Stefano Pinna! Estará disponible para comidas y cenas en el restaurante Fire hasta abril. ¡Es hora de reservar mesa!