1. Olofsson
    © Maria DiasOlofsson
  2. Olofsson
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  3. Olofsson
    © Maria DiasOlofsson
  4. Olofsson
    © Maria DiasOlofsson

Olofson (CERRADO)

  • Restaurantes | Noruega
  • L'Antiga Esquerra de l'Eixample
Ricard Martín
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Time Out dice

Es coherencia pura: ya era hora de que un cocinero nórdico encabezara un restaurante de producto ahumado y cerveza. El sueco Olof Johansson -chef ejecutivo de Tribu Woki- es al frente de Olofson, un bar restaurante donde el 95% de la carta son ahumados, combinados con un abanico de cervezas artesanas muy serio: doce tiradores y 40 botellas. "La mayoría de las veces, cuando se habla de maridar comida y cerveza, se limitan a los nachos y las hamburguesas. En Olofsson hay un proyecto gastronómico sólido, aunque sea humilde y sencillo ", valora Johansson.

Se nota la potencia: Olofsson es una alianza de Tribu Woki y Grupo Raval (La Monroe, La Rouge): un amplísimo local, a medio camino entre el minimal nórdico y la oscuridad del pub, donde poder comida rápida (o no) platos preparados a humo lento. "Es muy feo decir que es un 'fast smoke', pero quizás no es una mala definición", dice el sueco. La carta, plato frío, plato caliente, bocadillos calientes y cuatro cosas para picar, con un precio medio entre 15 y 20 euros.

Por ejemplo, un exquisito bacalao frío, marinado seis horas, ahumado quince y secado. Mucho más suave, menos graso que nuestro bacalao 'esqueixat'. Hace el mismo proceso con el salmón y los filetes de caballa, los otros dos fríos. Todos los platos van con ensalada de patata, encurtidos y salsa 'gravlax' (el marinado de azúcar y eneldo que convierte el pescado del norte en un bocado irresistible, dulce y boscoso, tan diferente de nuestro salado mediterráneo). "Te lo sirvo en una bandeja que parece de prisión, pero son sabores muy finos", ríe.
Por ejemplo, una chuleta de ternera adobada ahumada 9 horas que se funde en la boca, o uno de los aperitivos más sencillos y más bien paridos que he comido en mucho tiempo: un champiñón Portobello asado –oscuro, más grande y de sabor más delicado que el blanco– relleno de mozzarella ahumada marinada con el jugo del pastrami, la dulzura de 'gravlax' modificado a la baja.

Todo es artesano: me enseña una especie de ataúdes metálicos estilo 'cyberpunk', que son hornos y fermentadores reconvertidos en fumadores (la madera de aliso da un sabor más intenso que la de manzano) de donde sale toda la pitanza. "No convertiré esto en un gastronómico estilo Etxebarri, la idea es hacer comer bueno y sencillo y para de contar", dice. Los cuatro bocadillos –brutal el de salmón ahumado en caliente, con pan de la casa– justifican la visita.

Detalles

Dirección
Londres, 54
Barcelona
08036
Transporte
M: Hospital Clínic
Horas de apertura
De lu. a mié. de 12 a 24 h. Jue. de 12 a 1.30 h Vie. y sá. de 12 a 2.30 h. Do. cerrado
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