Un regalo para el espíritu. Si estáis estresados por culpa de los estragos de la vida moderna, hay que ir a cenar a este oasis de bambú, madera, cojines y agua –tienen un pequeño río y todo–. Es un lounge indio adaptado a la vida urbana y su carta juega en las mismas ligas que la deliciosa decoración: es sensual, sofisticada y llena de sabores lejanos. El Mayura se dedica a las recetas indias de toda la vida, pero añade un toque creativo y mediterráneo a la poción. Y poniéndose a tono, por la noche también hacen cócteles: jornada completa en el paraíso.
Pueden presumir de horno: tienen un horno tandoori tradicional, algo que no es tant corriente de ver en Barcelona, hecho de barro y donde se cocinan carne y verduras al carbón. Queréis un buen banquete? Pedid una degustación de carne al tandoori: costillas de cordero, cordero tikka, pollo tandoori y verduras. Y no os preocupéis, que la cocina india tiene muchas opciones vegetarianas. La otra opción es pedir un buen curry picante que puede ser de pollo, cordero o verduras, rebosante de salsas barrocas y especias indias.