Visualmente impresiona: unos bajos en la parte 'ibicenca' de la playa, junto al hotel W, un local amplísimo, lleno de luz y espacio. Pero sobre todo impresiona una barra ondulada tras la que se ve una cocina abierta de 20 metros de longitud: el espacio lo ocupan 19 paelleros de alta precisión que, según explican, clavan el punto de cocción del grano. Un hecho que convierte este restaurante en el espacio de cocina a la vista de arroz más grande de Europa (hay un récord para todo).
La carta, os lo podéis imaginar, es una selección de arroces y paellas para todos los gustos, desde las propuestas más clásicas como el arroz negro de calamares y mejillones con alioli, Arroz de marisco del "señorito" o un arroz caldoso de bogavante, hasta las más atrevidas y originales, entre las que destacan un arroz de bacalao y ajos tiernos con alioli de pimentón o un arroz de montaña con butifarra negra y costilla de cerdo confitada a baja temperatura. Para hacerse una panzada de comer e ir directo a la toalla de la playa.