Los restaurantes en equipamientos culturales son una asignatura no demasiado exitosa en Barcelona. Hasta que la gente de Chicha y Limoná se hicieron cargo del bar del MACBA (bueno, ¡de hecho no había bar hasta que se pusieron ellos!). "Cuando nos presentamos al concurso quisimos representar lo que somos y lo que hacemos, repensar nuestra esencia y adaptarla a este espacio", explica Víctor Brugués del Chicha.
El nuevo plan de reordenación del museo ha permitido la apertura de un local luminoso, versátil y que tiene vocación de servicio todo el día: MACBA Cafè Chichalimoná se define como una cafetería-vermutería y en cada franja horaria cambia de identidad: para desayunar, hasta el mediodía, dispone una oferta de 'brunch' con huevos ( 'Benedictine', 'Shakshuk', revueltos) o incluso unos 'chilaquiles', así como bocadillos y conservas y vermut todo el día. También encontrarás una oferta de platos de carta, platos del día y ensaladas que resumen la filosofía de la casa madre: cocina mediterránea de platos reconocibles, algún toque internacional y un producto de alta calidad, que presta atención al hecho estacional y ecológico. ¿Algún ejemplo? Tacos de ternera estofada con salsa verde y cortezas de cerdo, o un tabulé de bulgur con hinojo pepino, rábano, huevo de codorniz y menta, para mencionar un plato ligero y saludable.
El local es una delicia: el equipo de arquitectura de la casa, con los estudios Llamazares-Pomés y Eskubi-Turro han conseguido un espacio cálido, íntimo y acogedor, con una barra de madera noble y dos zonas de mesas, en la que un imponente ventanal rompe la barrera entre interior y exterior y lo llena de luz natural. El espectáculo con las piruetas –y alguna hostión– de los sempiternos patinadores de la Plaza dels Ángels está garantizado.