Decir que el restaurante del Centro Gallego de Barcelona es singular es quedarse corto. Se accede a la antigua residencia del conde Güell -la sala interior tiene un pasillo proyectado por Gaudí que conecta con el Palau Güell! - por una majestuosa escalera de mármol, agazapada en un amplio vestíbulo a pie de Rambla. "Esto es el 'speakeasy' definitivo, no lo podemos anunciar más porque el edificio es patrimonio. Es el centro gallego más antiguo de Europa, de 1892 ", explica Rubén Bermúdez. Este gallego -que opuesto al tópico siempre habla eclaro- es uno de los socios del Louro, el restaurante que desde el 2018 ocupa la concesión que dejaron Jacinto López e hijo: "Estamos en la Rambla. La gente que quiere comer bien no en la Rambla, la evita ", ríe. Bermúdez y compañía saben lo que hacen: en 2010 abrieron el Arume y el Cera 23 el Raval profundo, y son abanderados de la nueva cocina atlántica en Barcelona. "No son platos que te encontrarás en el típico gallego, pero sí son platos que te hablan de Galicia", resume.
Hemos pasado de una tarea -lacón con cachelos, empanada, menú de 10 euros, buena cocina casera a un galleguismo ilustrado "que quiere ser relativamente asequible, nada de los 80 euros del Botafumeiro". Con una materia prima "tan buena que sólo hay que poner un poco de afecto", la idea inicial era hacer un restaurante de producto desnudo y plancha, pero la carta ha cuajado en una revisión gaudiniana -de dis- llena de jugo y sabor. Como, por ejemplo, unas sardinas ahumadas sobre tostada de pan de Cea con queso del Cebreiro, o una brutal tortilla estilo Betanzos, donde un tsunami de patata melosa y 'zorza' ahoga la polémica de la cebolla.
La buena mano del chef hace estéril otra polémica catalana: la de comer arroz en la noche. El meloso de bogavante, preparado casi como un arroz a banda pero con marisco, es ligero y al punto, pero con todo el sabor y la fiesta de desarmar el marisco acorazado. Y los apartados de entrantes y postres también son una desazón de sabor: ¡aquellas 'zamburiñas' con papada! Una grandiosa torrija alcohólica de dos rombos! Fiesta celta tan buena que parece pagana.