Desde la receta del 'bull' más típica a los ibéricos más irresistibles, espacios que apuestan por la tradición o establecimientos que importan el sabor de exóticas gastronomías cárnicas. Damos una vuelta por restaurantes y tiendas no aptas para vegetarianos, templos del sabor donde señorean los embutidos en toda su variedad de formas y preparaciones.
Variedad e imaginación. Esta charcutería tradicional no solo ofrece las variedades de siempre, entre sus mostradores encontraréis sabores insólitos como la variedad de embutido con sepia guisada. Os quedaréis con la boca abierta.
Uno de los locales con más solera del barrio de Sant Antoni, elegante espacio de dos pisos y estilo art déco que se ha especializado en jamones de bellota que su propietario selecciona en origen cuando llega la temporada. La ensaladilla rusa y las croquetas de jamón son otras de las maravillas de su carta. Los mostradores del acceso también permiten la compra de productos para llevar, para tener en casa una suculenta reserva en la despensa.
De día funciona como charcutería y por la noche convierte la trastienda en un restaurante que genera colas en la calle. Acogedor y decorado con gusto, con ambiente artístico. Destacan las ensaladas, las fondues, los quesos y, claro, unos embutidos excelentes.
Si no sabéis cual es la diferencia entre ‘prosciutto’ y ‘speck’, esta excelente tienda es para vosotros. Podéis escoger entre llevaros la compra a casa a degustarla en el mismo local, ambientado en la tradición casera que también se nota en sus embutidos. Incluso hay mesas en la cocina para que podáis ver la calidad y frescura de los ingredientes de sus especialidades.
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