Dos restaurantes unidos bajo el denominador común de la carne y el objetivo de llevarla a otro nivel. Para conseguirlo, trabajan con nueve razas vacunas excepcionales (de Portugal, de los Alpes, gallegas, asturianas...) que reposan en cámaras frigoríficas a la vista del público y cocinan con cuatro tipos de brasa diferentes. En LomoAlto se respira el glamur del mundo de las piezas cárnicas: aquí descubriréis –y probaréis– la diferencia entre las carnes de buey, vaca vieja y becerra y las diferentes maduraciones a las cuales se las somete. LomoBajo busca la informalidad dentro del concepto de bocadillos de categoría. ¡No os perdáis el de tártaro!