O, bien abierto, el "oh" que debía exclamar el chef Jordi Llobet al enterarse de que el gastronómico de Món Sant Benet ha recibido la estrella Michelin. O que, según como, lo ha conservado, porque hereda el lugar y el listón de l’Angle de Jordi Cruz. Fijáos en él, sin falta, los golosos que visitéis el monasterio románico, la Fundació Alícia, de la que recibe la maestría, o los huertos, que le proveen materia prima. La guinda del pastel alimentario del complejo pretende que, como su equipo, disfrutéis. Nada más.
Y a fe que disfrutaréis: su menú degustación sale muy bien de precio, teniendo en cuenta que estamos en una Michelin, y es un paseo largo por los sabores de temporada de la Cataluña interior, de la que Sant Benet es la puerta de entrada: encontraréis platos como pato con trigo (elemento tradicional de la cocina del berguedà) y mandarina o arroz cremoso de buey de mar con acelgas y espinacas.