Los restaurantes modernos de cocina catalana tradicional se dedican a perpetuar la tradición a base de aligerarla, pero preservando los sabores. ¿Por qué no debería hacer lo mismo un buen restaurante indio? Little Andaman –hace referencia a una isla del norte de Bengala, no a un señor bajito que pasea– tiene la voluntad de ofrecer cocina de las provincias costeras del país adaptada a la realidad de Barcelona. Las credenciales son impecables: es el tercer restaurante de la propiedad de Bembi y Rangoli, y en esta ocasión el chef Anand Singh ha optado por un formato de tapas donde mandan los sabores marineros y el hecho vegetal por encima del producto ahogado en salsa.
Por ejemplo, unas croquetas Chowringhee –un barrio de Calcuta–, que son un delicado y cremoso bocado de remolacha, setas y zanahoria, con la salsa de cacahuete aparte en lugar de tenerla dentro, en deferencia a los alérgicos. O un salteado de verduras con coco, que se envuelve en una crep de harina de arroz, buenísimo y divertido de comida. Y su curri de los pescadores de Kerala remite a la cocina catalana de barca de pescadores de toda la vida, pero con la alegría del tamarindo y la leche de coco (este es el plato estrella de la casa, ideal para mojar 'naan', delicioso y casero, recién hecho). Encontraréis mucha sensibilidad hacia vegetarianos y veganos –tienen un menú degustación vegano– y una muy buena opción de menú de mediodía asequible. Y también una dirección de sala exquisita y eficiente a cargo del Anoushka Das Gupta, una jefa de sala que contagia serenidad y pedagogía.