¿Recordáis Le Relais de Venise-L'Entrecôte? Sólo servían entrecot, patatas y ensalada. Cerrado en 2010, cedió paso al Café Emma de Romain Fornell. Otra rama de la familia Gineste (hosteleros franceses que a finales de los años 50 comenzaron a abrir restaurantes en todo el mundo) han puesto sucursal: L'Entrecôte es el nombre de la cadena de los Gineste de Toulouse.
Thomas Gineste explica que "hacemos lo que hacían nuestros primos, pero a nuestra manera, y mejorado". Por 19,50 euros, tenéis un entrecot de 170 gramos fileteado -pura carne, ni grasa ni hueso, bañado en la famosa salsa Café de Paris- con una ensalada de nueces y un plato gigantesco de patatas.
Gineste presume de una fórmula secreta de salsa –"cada semana hacemos 900 kg en Toulouse y los repartimos"– y, si intentas la receta, llegas a la conclusión de que es tan barroca que sale más a cuenta venir aquí. También se siente orgulloso de tener restaurantes sin congelador: en un frigorífico está el corte –ternera alemana– y en otro las patatas ('allumettes' al estilo francés, finas como una cerilla y fritas a la perfección).
Una manera civilizada y económica de cumplir con el ritual de la carne roja, con una grandiosa calidad-precio en un local francés con DO (el chef es de Lille) sin wifi ni música ambiental, que te empuja a hablar o masticar.