Leche de Tigre cambió de ubicación: pasa de bar de Gràcia a restaurante en Sarrià, barra de coctelería incluida. Con el chef Dieter Westphalen han realizado una expansión de la carta muy ambiciosa, para abarcar una gastronomía hercúlea. Sí, todos tenemos en mente el cruce de Perú con China –chifa– o el famoso nikkei, allí donde Japón se instala en el cebiche. Pero Westphalen nos recuerda que existen otros subgéneros, como la bachiche: la huella del inmigrante italiano en el país andino. Por eso incorporan especiales fuera de carta, para abarcar la diversidad del país. El objetivo es llegar a un menú degustación en el que cada paso represente una cocina peruana.
Aquí podemos gozar de platos exquisitos, como la reordenación de la causa limeña –la bandera del país en un timbal de patata– convertida en un delicioso juego con patata cítrica, mayonesa con pollo desfilado y salsa de rocoto con piquillo. O la incorporación de la amazonía al cebiche mediante un espectacular tiradito amazónico, donde la leche de tigre –con cúrcuma– incorpora el refrescante ají –picantísimo y silvestre y selvático–, ají charapito, amorosito por nuestro domesticado piquillo.