L'Atelier BCN

Buenas noticias para los amantes de la buena cocina de bistrot francesa. Dos empresarios parisinos, Julien y Valérie Boillot, se han lanzado a la conquista de los buenos paladares barceloneses con L'Atelier. Su intención es ofrecer los platos tradicionales de esta sección de la gran cocina francesa, sencilla, rápida y muy sabrosa. El Atelier tiene un gran desafío y a la vez una enorme oportunidad de llenar un vacío existente, desde el cierre de La Maison du Languedoc del gran Jean-François Ferrié. En mi visita se apreció un menú de mediodía a buen precio donde figuran algunas ofertas de bistrot. No todas lo son, aunque Vincent Tommasini, el joven pero experimentado chef catalanofrancés, ha prometido cada vez tener más propuestas. En la carta hay algunos platos que destacan por haber sido muy bien elaborados, como el entrante de rillettes de pato: suaves, bien trabajadas y acompañadas de un pan excelente.

De segundo fue inevitable y muy acertado probar el onglet, jugoso corte de buey con chalotas confitadas y un puré bien francés, con mantequilla y enriquecido con el perejil fresco que tantos recuerdos nos trae del París sibarita. Otro de los aciertos es el bistec tártaro, plato emblemático del bistrot. Vincent promete intercalar en los menús y en la carta platos como la blanquette de veau, la cassoulet, plato potente de judiones típico de Toulouse, o el petit salé aux lentilles, sencillo pero gustosísimo plato invernal, una costilla de cerdo salada con lentejas. Pero también encontramos potaje, el pot-au-feu. Y todas aquellas maravillas que salen de la casquería.

El servicio, a cargo de Céline, es magnífico y preparado, nada pegajoso. Y la carta de vinos -tienen buena oferta en copas- es muy satisfactoria por su variedad, por el esfuerzo a la hora de buscar vinos diferentes y los precios razonables. Los postres consisten en buena repostería francesa y, sobre todo, un excelente plato de quesos, bien afinados y bien presentados.