[ESTE RESTAURANTE ESTÁ CERRADO]
"Nosotros hacemos la parte sucia, cultivamos, y los italianos manufacturan". Así opina Francisco Llorca, propietario de La Verónica con referencia al aceite y el tomate seco, tan españoles como italianos, pero mucho mejor rentabilizados por los últimos. Hace diez años abrió La Verónica, "en un momento en que no había ninguna oferta de pizza creativa en la ciudad". No haga caso de los fundamentalistas que sólo defienden la pizza de la Bota: La Verónica hace unas pizzas fenomenales, muy diferentes de las napolitanas-son ligeras, crujientes, permiten apreciar muy bien los ingredientes, y con poca borde (es decir, con más corte). Sin tomate en conserva y todo el producto es fresco: de alcachofas o de jamón de bellota, por ejemplo.