Muy cerca del Hospital de Sant Pau encontrarás una brasería que te sorprenderá, solo entrar, por su decoración: un espacio convertido en una auténtica selva donde no faltan detalles como plantas colgando del techo, paredes decoradas con dibujos tropicales o lianas. Todo para que, durante un rato, te dejes llevar y te olvides de que estás en el centro de la ciudad.
La estrella de la casa es la carne y la especialidad es aquella madurada en seco de terneras de raza frisona. El proceso de reposo de ésta se hace con una temperatura y humedad específicas para conseguir una textura única. Además, puedes degustar el entrecote 'black angus' argentino, el filete de vaca gallega o el costillar de cordero de 450 gramos. Si lo prefieres, también puedes ir abriendo boca con entrantes como el 'ceviche' de lubina y langostino, las croquetas de pulpo o la cazoleta de mejillones y almejas.