Lejos de elaboraciones sobrecargadas, en La Real quieren recuperar "el espíritu clásico made in USA", dice Arturo López, socio del local con el chef Eduardo Egui, también venezolano y un cocinero que ha pasado por Mugaritz. Y lo consiguen con panecillo de brioche y evitando el gigantismo. La 'burger' La Roja sigue los parámetros de la casa: precisión y excelencia en los sabores, más que hacer una acumulación sangrienta de cinco palmos. Véase: 180 gramos de entraña de vaca vieja, picada con grasa de chuketón de buey. 'Cheddar', ketchup -con chile coreano fermentado- y cebolla roja encurtida como contrapunto ácido a la dulzura de la grasa, y el bollo untado con mantequilla de ajos asados. El resultado es llevar a otra galaxia la clásica 'cheeseburger'. Sofisticación y precisión, en lugar de hacer una montaña de salsas y carne picada.
Recetas como La Real -'cheddar', bacon y crema de queso curat- crean adicción (y de hecho recuerdan las hamburguesas de Chicago de la vieja escuela, aquellas 'patties' de tamaño normal y sabor excelente). Todo es de producción propia: desde el guacamole hasta el ketchup de piquillos. Todo sale de su cocina, y no pierden al cliente de vista: incluso su servicio de 'delivery' es propio.