La Plassohla ofrece una cocina evolucionada pero que no olvida la tradición. Una carta de tapas y ‘platillos’ que le permiten a un mismo reencontrarse con antiguas sensaciones y evocar las mejores emociones alrededor de una mesa.
Todo el producto, perfectamente escogido, es siempre fresco y autóctono, y pretende potenciar y dar a conocer el género más local. Unos platos tradicionales en formato de tapa que se pueden degustar mientras apreciamos el movimiento del barrio Gótico a través de unas cristaleras presididas por unas figuras de ‘mimbre’ en forma de animales que dan el toque de gracia al ambiente. Y, para los más curiosos, también dispone de una barra que permite ver y apreciar el movimiento de una cocina que, seguro, no os dejará indiferentes. En definitiva, estilo y personalidad definen La Plassohla.
La carta está concebida para poder disfrutar compartiendo diversas tapas y platos, para hacer un recorrido por la memoria gustativa de nuestro país y experimentar los diferentes matices que conforman nuestra geografía: mar, montaña, huerta y ganado.
Asimismo, cuenta con una fórmula de mediodía de la que podréis disfrutar todos los mediodías laborables.