La Llama

Hay restaurantes que no invitan a chupitos. Los hay que invitan a uno y hay, como es el caso, que directamente te dejan la botella encima la primera vez que vas. Pedro y Nieves, los dueños, son generosos en cantidad, calidad pero, sobre todo, en calor humano; que más que ser calor es toda una llama. La especialidad de este familiar establecimiento abierto en el 2001 es la ternera de la comarca de Aliste (Zamora). Uno de los platos estrella es la media a la piedra, que puede que no sea tan famosa como la de Ávila pero que es igual de suculenta. El exquisito foie de pato 'mi-cuit' casero hecho con trufa y armagnac de manzana tampoco se queda atrás. La Llama es eso: una casa de comidas de barrio regentada por un leonés y una zamorana, con un abundante menú de mediodía de 11 euros y una carta de platos 'panibéricos' que van del revuelto de 'morcilla' hasta los caracoles en lata pasando por el pulpo a la gallega. Para los que sólo quieren picar, sus bravas de alioli y romesco convencen y las croquetas enamoran. De vinos, los omnipresentes DO Rioja, Ribera del Duero y Penedès, y las menos presentes Bierzo y Monterrei. El boca-oreja ha traspasado las fronteras de El Camp de l'Arpa y ha llegado hasta las comarcas barcelonesas: los fines de semana hay que reservar.