La Balabusta es el nuevo restaurante de Ronit Stern, experimentada cocinera de origen israelí que tantas alegrías nos ha dado con Toto, Auto Rossellon o la panadería Crustó. Ella abre un restaurante, te fías. Su ética de trabajo es de cercanía y todo cocinado de cero: lo ves en cocinas abiertas y en los sacos de la harina del pan, que hacen delante de tus narices. La Balabusta (en jiddish "ama de casa que manda y tiene huevos", ríe) no es la excepción. Aquí interpreta la cocina israelí "desde el punto de vista de una persona que lleva veinte años viviendo en Barcelona", explica. Sin elementos ajenos a Oriente Medio: quizás croquetas de berenjena, pero ni miso ni chile andino ni tacos.
No esperes comer aquí como lo harías en Tel Aviv, sino con una interpretación de la cocina de allí –sin negar la influencia árabe, eso es imposible– con un toque mediterráneo occidental y barcelonés. Y muy variado: en Tel Aviv –y en su carta– te encuentras desde un 'schnitzel' –carne de ternera rebozada– vía Austria– hasta una bureka, una empanada de pasta filo de origen balcánico que preparan con mano exquisita, una combinación de quesos suaves hechos en la casa, espinacas y especias, que te desarma. La sensibilidad es muy 'veggie-friendly': platos como un shawarma de coliflor con tahini y limón confitado o unos buñuelos de berenjena con miel y dátiles que satisfarán al más carnívoro. Y los fines de semana, 'brunch' supremo: como quien dice, ellos fueron los que inauguraron la tendencia en Barcelona.