No sé si es por el cambio climático, pero las altas olas del Pacífico pegan fuerte en Barcelona. Me refiero al Nikkei 103, al Mextizo y al Costa Pacífico, pero sobre todo al KoKo, el más desconocido. En la última ola que cogió el mexicano Hilario Abrego, experimentado chef surfista, se subió a la mesa de su amiga Belén Monzón, también surfista, y juntos crearon un lugar único por muchas razones. ¿Como se puede definir la cocina de surf? "Sana, exquisita, llena de sabor, color y gustos diferentes", explica Belén, que cuida una sala alegre, joven y acogedora.
Podéis comenzar con una ensalada de quinoa, guacamole y salsa de yogur o un trío de hummus (remolacha, aguacate y garbanzos). Después, es inevitable caer en los cebiches que Hilario borda. Hay dos, el de langostinos con aguacate y pepino, marinado con una salsa de la casa y cilantro, con cebolla roja fresca, y el de dorada, con mango y boniato. Muy originales gracias a una condimentación audaz y acertada. La 'Kool food' sigue con el curry real tailandés con verduras, con pollo o langostinos.
Pero lo más sorprendente es el 'latin sashimi', un salmón de calidad y buen corte, con guarnición de cebiche, cebolla roja, cilantro y aguacate. Tiene un menú de mediodía a 12 euros. El secreto azteca es una mousse de chocolate mexicana con aceite y sal, digna de elogio.