Kemako apuesta por 'japonizar' las hamburguesas con ingredientes como el pepino adobado con soja y vinagre de arroz ('sunomono'), las hojas de perilla ('shiso'), las setas shiitake, la ternera wagyu y la anguila; condimentos como la mayonesa de wasabi, la salsa de miso y la de 'unagi' (caldo de anguila, salsa de soja, azúcar, mirin y sake), y técnicas culinarias como la 'tempura' y el 'karaage'. Todo esto se concreta en una carta de diecisiete hamburguesas (entre 9 y 12 euros), servidas con pan de bollo con mantequilla (con opciones sin gluten y una vegana). La más pedida es la de carne wagyu. Le sigue la 'crab' —con cangrejo de caparazón blando, crujiente y 'tempurizado', 'pico de gallo', encurtidos, col y mayonesa— y la kimchi —doble smash burger de ternera, kimchi casero super suave y cheddar. Otra opción sorprendente, y la preferida de la clientela de origen asiático, es la de anguila del Delta del Ebro —cocinada con 'dashi shoyu' y servida con encurtidos, col morada, lechuga y salsa 'unagi'.
Los bocadillos se pueden acompañar con patatas, boniato o yuca frita. También hay platillos clásicos como el edamame y otros más personales como el 'hot honey tori no karaage'; unas bolitas de pollo rebozadas con copos de maíz crujiente. De postre, dorayakis, mochis y un par de tiramisús. Para beber, refrescos, birras niponas y catalanas, y un sake.