Un nuevo hito en la indolencia en el restaurante: este singular local de 'brunch', zumos y café de especialidad se caracteriza por tener coloridas hamacas colgadas del techo. Tú vienes a comer o desayunar, pides, y te vas meciendo lentamente mientras esperas y consumes.
Y la verdad es que aquí se puede comer ligerito, pero también tienen espacio para la juerga gastronómica con lo que algunos llaman superalimentos (que no deja de ser comida con nutrientes y propiedades saludables de toda la vida). Las especialidades de la casa van desde cuencos de ensalada potentes y sabrosos (como por ejemplo, un de espinacas, arándanos, aguacate, remolacha, pera, lechuga) a un 'bagel' de salmón, vegetal y crema de queso de tres palmos, o unos delirantemente buenos 'pancakes' de 'carrot cake'. Y si coméis demasiado, pues cerrad los ojos y a levitar.