1. Haddock
    © Maria DiasHaddock
  2. Haddock
    Haddock© Maria Dias
  3. Haddock
    © Maria DiasHaddock

Haddock

  • Restaurantes | Catalana
  • precio 2 de 4
Ricard Martín
Publicidad

Time Out dice

Googlead Franc Monrabà: sí, hay varias entradas, pero ninguna hecha por él (un hecho que inspira confianza, en esta época de autobombo digital). ¿Y quién es el tal Monrabà? Pues un cocinero nómada de aires piratas que con los años ha ido navegando entre estrellas Michelin –fue el primer jefe de cocina de Santamaria en 1988, también fue discípulo de Jean-Luc Figueras– y ha ido dejando en lugares (propios y ajenos) un rastro jugoso de buena cocina más largo que una cadena de ancla.

Vuelve a tener casa propia, el Haddock –dirección con caché, estaba el Cata 1.81–, un restaurante de nombre obvio. "Fumo en pipa, tengo un bar, y le pusimos Haddock por el rollo tintinófilo. Pero Haddock significa bacalao, o sea que soy el capitán bacalao", ríe. En todo el local encontraréis escrito 'hold fast' (¡agárrate fuerte!), lo que se gritaban los irlandeses tatuados que desplegaban velas hacia la Polinesia, para no palmarla en el barco (su otra fuente de inspiración).

Monrabà, como Pellicer (otro discípulo de Santamaria), opina que "el ego del cocinero debe desaparecer de la cocina, que es generosidad cruda y pelada. La comida de la madre es la mejor, en teoría, porque te ama. Pues yo intento amarte tanto como puedo", toda una declaración de principios. Su amor culinario se materializa en una fórmula a mediodía, estilo francés, que hace años que practica: un plato único, de lunes a viernes, que va acompañado de una tortilla del día, una ensalada, una crema fría o verdura (pan, bebida y postre a precio asequible). Conociendo la capacidad del chef con la cocina de guiso y la calidad de los suministradores ( "el hijo de Santi, Pau Santamaria, me lleva toda la verdura. Todo el cerdo es de matanza"), la salivación es imparable: lunes, asado; martes, wok; pescado fresco, miércoles; jueves, arroz (¡este hombre hacía la paella del Mala Vida!) y viernes, suquet.

Por la noche, los enunciados de carta son lacónicos: cosas frías y cosas calientes, además de tapas, carnes y pescados. Calamares de potera a secas: "Un día te lo haré a la gallega y el otro con pisto". Cocochas y tripa de bacalao con judías secas. Pintada en pepitoria. Sí, Monrabà hace 'esa' 'cocina: "Puedes decir que somos una taberna de lujo. Soy la tía del barrio. Si te encuentras mal, te haré un arroz hervido de enfermo". Una tía canalla: el reservado tiene salida directa a la calle "por si vas con una cogorza muy grande", y un gancho en el techo indica que por la noche quizás verás un pequeño show de bondage. En el comedor hay conciertos de jazz con nivel de gran club: uno de los socios de Monrabà es el antiguo propietario del Bel·luna, quizás el mejor (¿el único?) lugar de Barcelona donde música en vivo y comida estaban al mismo nivel.

Detalles

Dirección
València, 181
Barcelona
Transporte
FGC (Provença)
Horas de apertura
Cada día de 12 a 23.30 h.
Publicidad
También te gustará
También te gustará