"Todo el mundo dice lo de vamos al frankfurt guarro y quería cambiar eso. La fiesta de la comida rápida de los 90 era ir al frankfurt, y vale la pena recuperarlo”, explica Mònica Serra, una chef con estudios y mili en el restaurante Sant Pau, entre otros. Tiene una hamburguesería de éxito en Canet de Mar, y en 2022 desembarcó en Poblenou con el Frankfurt Rita: una demostración de que “si le pones ganas y empatía, puedes hacer cosas buenas, bonitas y que la gente pueda pagar”, explica.
Con precios del todo populares, elijo un todo un señor Completo: un artefacto delicioso, donde un panecillo de Viena sostiene una salchicha con chucrut, cebolla crujiente, aguacate y mayonesa, y el pan aglutina bien los sabores. Las salchichas –del charcutero top Xesc Reina– y la calidad del resto de ingredientes alcanzan la expectativa de la mejora 'gastro' del frankfurt sin tomaduras de pelo ni perder la esencia popular. Las bravas son buenas, y los postres también. Así, sí. Otras opciones son el Fresa (¡con ketchup de fresa!) u otro con crema de setas. Y si no os queréis complicar tanto la vida, pues podéis optar por el de toda la vida, con cebolla confitada y queso fundido.