Después de una mañana agitada, termino el encuentro con la familia Crusat-Niubó en la tienda que tienen en la calle Paris, y les pregunto qué lugar me recomiendan de la zona para ir a comer. Me dicen que al cruzar la calle hay un local donde se come bien, y como en casa de los Crusat-Niubó, de la Garriga de toda la vida, se come de maravilla, cruzo la calle y entro en el Fantástico.
El menú es interesante. Dos tapas, un plato, postre y bebida por 12,75 euros, IVA incluido. Todo esto sería agua de borrajas si el contenido no superara la oferta crematística, pero es que el contenido es bastante interesante. Entre las tapas, algunas de las cuales no entran en el menú del día, se puede elegir morcilla de Burgos y compota de manzana, unas croquetas de pato o jamón, unas berenjenas de miel y limón, un lacón ibérico con una base de patatas, y entre los platos principales se puede elegir entre un par de huevos, una tortilla o platos de tradición.
Seguramente se preguntarán qué hay detrás de esta oferta tan genérica. Ya sabemos que los huevos, cuando se presentan bien acompañados aún mucho mejor, y que las tradiciones pueden ser una lata, ahora que se acercan las fiestas navideñas controladas de cerca por la mirada alucinógena de la Caballé y Raphael. Unos huevos estrellados con butifarra de perol o una tortilla de bacalao con judías blancas y morcilla seguro que os abrirá el apetito. De la misma manera, siempre es bueno tener un rincón en el estómago para probar unos canelones con foie semicocido y aroma de trufa, o unos calamares rellenos con morcilla sobre cebolla confitada o un 'brownie' de buey y puré de patata. Y si no tenéis que ir al dentista, probad una croqueta de Santa Teresa con helado de vainilla o unos churros de verano tan crujientes que pensaréis que estáis paseando mientras disfrutáis de una verbena de San Juan.
La prueba del algodón de cualquier restaurante son las croquetas. Hay lugares en que las cocinan para utilizarlas como balas de goma contra los clientes. Pero en el Fantástico las croquetas de pato son magnificas y nada harinosas. Lugares como el Fantástico son necesarios en cualquier ciudad. Restaurantes sin pretensiones, pero con una calidad que muestra un respeto hacia aquel hombre de la calle al que tan bien cantó el gran Ovidi Montllor y que ayudan a que los trabajadores vuelvan al trabajo con las fuerzas renovadas para aguantar las malas praxis de los hombres de negro enviados por el FMI, el Banco Central Europeo y Bruselas.
Time Out dice
Detalles
- Dirección
- Paris, 177
- Barcelona
- 08036
- Transporte
- Diagonal (M: L5)
- Precio
- 25 € aprox.
- Horas de apertura
- de lu. a vi. de 8 a 1 h / sá. de 19.30 a 2 h / do. cerrado
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