Un paraíso culinario para mediodías y noches
¿Os perdéis probándolo todo en Els Pinxus de Marià Cubí? Así disfrutaréis descubriendo a su hermano pequeño ubicado en la calle Comte d’Urgell. La cocina también está a cargo del chef Toni Santanach, que hace de cada tapa una pequeña obra de arte. Con filosofía km 0 de utilizar producto fresco, de temporada y de la tierra, y dan a conocer recetas tradicionales renovadas bajo su prisma creativo, sus propuestas son siempre sorprendentes. Hay que estar atentos a sus sugerencias, ¡siempre espectaculares!
Como novedad, Els Pinxus Urgell propone una completa oferta para los mediodías de días laborables, en que se puede escoger entre diferentes menús a precios accesibles. Hay la opción de pedir un surtido de pinchos, a escoger entre una gran variedad. Destacan tapas que van desde las clásicas bravas hasta otras más elaboradas. También hay un modo express que permite comer un plato cualquiera de la carta, con bebida y café. Y tres menús completos, que proponen escoger un primero entre una gran variedad de propuestas -como una ‘xatonada', un ‘trinxat’ de la Cerdanya o una ‘burrata’ italiana con rúcula y trufa negra picada-, pero que se distingue especialmente por su segundo plato. El segundo es el que da nombre al menú, que puede ser a base de huevos, con gran variedad de estrellados y tortillas; a base de clásicos de la mama, con recetas como callos y capipota con garbanzos, o el moderno del ‘nen', con platos como el tataki de salmón con cítricos o el secreto ibérico con curry, hummus y sésamo. Y todo culminado con unos deliciosos postres artesanales. Abre el apetito, ¿verdad?
Un chef con voluntad social
Toni Santanach ha estado vinculado a la alta gastronomía desde sus inicios. Formado en la Escola d’Hosteleria Hofmann de Barcelona, en un principio fue profesor de pastelería en la misma escuela donde se formó, la única que cuenta con el reconocimiento de una estrella Michelin. Y luego trabajó en restaurantes que también ostentan una o más de las prestigiosas estrellas.
Cuando se estableció por su cuenta, decidió dotarlo de una vertiente de obra social para formar y dar trabajo a jóvenes con problemas de reinserción social. Desde entonces colabora con la Fundació Comtal, y ha integrado en su plantilla a seis de los jóvenes que han seguido el programa.