Y tuvieron la suerte de poder localizar y volver a contratar al primer cocinero, Gianmarco Cerasoni, versátil y creativo chef que tanto se enfanga en la 'soul food' afro -buenísimo el 'hash brown ', la otra tortilla de patatas, con tocino, harina y huevo- como se inventa una cachapa -tortilla de maíz tierno con 'pulled pork' y 'chutney' de mango.
Y el bocadillo 'po'boy' -el clásico del sur, de gamba rebozada con 'rémoulade', mayonesa y mostaza blanca- es un vicio. Ahora, como inmersión, lo más recomendable es que os cojáis el Super Dirty Popcorn: por 25 euros entre dos, un cubo con un resumen de todos los rebozados y sus salsas. Grasa de la buena.