1. Dirty Office Pizza
    © Maria DiasDirty Office Pizza
  2. Dirty Office Pizza
    © Maria DiasDirty Office Pizza
  3. Dirty Office Pizza
    © Maria DiasCoctelería de la Dirty Office Pizza

Dirty Office Pizza (CERRADO)

Una pizzería de inspiración napolitana y una coctelería de autor. Todo en uno!
  • Restaurantes | Pizza
  • precio 2 de 4
  • Barcelona
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Time Out dice

Los ideólogos de Dirty Office Pizza le han dado la vuelta a un concepto sencillo y popular que en Barcelona parecía haber logrado la masa crítica. Italianos tenían que ser. Gianluca Crinelli y Alessandro Cesario han importado una idea que los funcionó en Milano y han abierto un espacio inclasificable al Eixample, un local exquisitamente decorado que evoca una elegante oficina de los años 70: mesas con cajones, sillas de trabajo, luces de mesa Fase, libros viejos... Si sois de estómago ruidoso, preparaos para disimular, porque antes de acceder a la oficina, pasaréis ante el rincón de las pizzas, con un horno giratorio italiano perfumando la entrada y el maestro, Edward Charl’s Vilela, un científico loco de la pizza llegado también de Italia, mimando las masas, como si estuviera aplicando un masaje a su querida. Edward no utiliza levadura, juega sólo con una masa madre que guarda como un tesoro desde hace 16 años. Es la fuente de unas bases de pizza de inspiración napolitana que compiten directamente con las joyas de Can Pizza o La Balmesina. Son círculos con los bordes bien alveolados y burbujas tostaditas. Su interior es más flonjo, pero no pierde el punto crujiente. Además, los ingredientes son de gran calidad y las salsas totalmente artesanales.

Lo mejor es que a Dirty Office hay dos medidas de pizza: de 20 y 28 centímetros de diámetro. La gracia está al pedir las pizzitas y comerte un par para probar diferentes variedades o combinarlas con otros platos sin sufrir un cólico. Lo acertamos con la 007, con salsa pesto, tomates cherry, olivas y queso pecorino. Pero la fiesta llega con la Spy, con patatas crujientes, olivas, cherries y carpaccio de pulpo. Efectivamente, en esta oficina pizzera se trabaja a base de calidad, no de cantidad. Pero al Dirty Office no sólo hay pizzas y pizzitas. Los entrantes, en su mayoría italianos, triunfan gracias a un bocata de 'porchetta' majestuoso, con manzana verde, cebolla caramelizada y panecillo artesanal. No faltan la ensalada caprese o la 'parmigiana' de berenjena con 'scamorza' fumada, clásicos que conviven con propuestas híbridas, como un gazpacho con buñuelos de bacalao o un tataki crujiente de atún con pistachos. Y cómo se podía esperar, el apartado de pasta (siempre fresca) no decepciona. Los carbonara hechos a la italiana –no a la española– son el plato estrella, pero me voy a la cama con los medallones de foie gras: pequeñas bombas de sabor directos a la lengua. ¿Y que pasa si quieres abrir el hambre o culminar el festín con un cóctel? También han pensado.

Detrás de una falsa pared, se esconde una de las grandes sorpresas del Dirty Office, una coctelería 'clandestina' que parece un salón chino de los años 30 para fumadores de opio. Tendréis que ir con la lección aprendida y preguntar por la 'speakeasy', porque ningún miembro del equipo os hablará por iniciativa propia de la coctelería oculta. Y qué rincón tan mágico. Se puede entrar antes y después de cenar para disfrutar de cócteles de autor de altísimo nivel.

Detalles

Dirección
València, 205
Antiga Esquerra de l'Eixample
Barcelona
08007
Transporte
Passeig de Gràcia (M: L2, L3, L4)
Precio
20-30€
Horas de apertura
Dm., mi. i ju. de 14 a 16 h i de 20 a 23 h. Vi. i sa. de 14 a 16 h i de 20 a 1 h. Ma. de 20 a 23 h.
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