Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas –trío de ex jefes de cocina de ElBulli y propietarios de Disfrutar– se han asociado con Nil Dulcet, quien fue el primer jefe de cocina del restaurante biestrellat del Eixample, para abrir el hermano urbano del Compartir Cadaqués. No es una traslación a Barcelona, sino el mismo estilo culinario con una oferta distinta. El restaurante tiene 550 m² repartidos en tres salas, recreando el ambiente de Cadaqués desde una perspectiva urbana contemporánea, con aires de galería de arte.
La cocina es una exhibición de técnica y complejidad, con el mediterráneo en la cabeza: platos de inspiración popular –como la ensalada de remolacha y sorbete de ajoblanco– o con los ojos puestos en Asia –un 'shabu sabu' de salmón con sopa de miso– certifican que este es un nuevo camino (y ojo con las maravillas que hacen con pescado azul humilde, como las sardinas y la caballa). También encontramos recuerdos al Compartir de Cadaqués, con platos que ya son clásicos: el canelón de atún con guindilla o el arroz con lonchas de jamón y salchichón, por ejemplo.