Un buen tema musical nace de una partitura. Pero la interpretación y el genio distinguen una ejecución de otra. En la cocina pasa una cosa muy parecida. Hay tradiciones, códigos y reglas que un buen cocinero interpreta a su manera. Un caso es el de Roberto Colella, que durante cuatro años nos hizo disfrutar cocinando en el Meneghina. Este original chef napolitano, de vasta experiencia a pesar de su juventud, ha hecho un gran paso abriendo su local. Con
una cocina sorpresiva: no por su extravagància, sino por un concepto de cocina mediterránea basado en su Nápoles y en otros puntos de la gastronomía italiana, combinandolo con sus experiencias alrededor del mundo.
Que un entrante te sorprenda por su delicadeza, sencillez y gusto –partiendo de zanahorias de varios colores– ya suena como la aria de una ópera de Verdi. Es un homenaje a una cenicienta de la cocina imprescindible en muchos platos. En un menú diario de menos 15 euros disfrutamos, por ejemplo, de unos 'spaghetti aglio e oglio' excelentes, con pan rallado y anchoas. Colella va al fondo de la esencia mediterránea y podemos disfrutar del cuscús de Trapani, Sicilia, a base de pescado y calamar, con un tratamiento del grano especial y un toque del producto estrella siciliano, el limón. El biquini de patata confitada y mermelada de ajo es un hallazgo, así como los ñoquis de patata con calabaza, salvia y tocino. Y tienen una sabia carta de vinos.
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