Casa Paloma (CERRADO)

  • Restaurantes
  • precio 3 de 4
  • Sarrià - Sant Gervasi
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Time Out dice

Es un lugar conocido. Se entiende, principalmente por su ubicación, por su decoración de amplios espacios, asientos cómodos, buena sonoridad y la oferta variada que permite este espacio, bien iluminado y con detalles de muy buen gusto. La magia de este espacio y el ambiente que crea de almacén clandestino del Chicago de los años 30, se debe al interiorista Lázaro Rosa Violán. La luminosidad de este local le da una alegría que compensa con la austeridad de los muros y elementos en general. Es una soberbia muestra de buen gusto y de inteligente distribución del espacio, las mesas y por donde se ha de circular. Este entorno hace que, sobre todo los fines de semana, tenga gran afluencia de familias, rompiendo los moldes a menudo tan esquemáticos de los restaurantes menos informales.


Las mesas son de madera, los asientos, sobre todo las butacas, son muy cómodas. A todo esto le debemos sumar un buen servicio, cuidadoso y poco pesado, que dirige con acierto Cristina Cusí. Por lo que se refiere a su oferta gastronómica, predomina la gran calidad y buena selección de las carnes y los platos que preparan. Hay una variedad interesante de buenos bistecs tártaros, con una barra dedicada a este plato, al estilo teppanyaki japonès, y se puede ver cómo lo preparan al gusto del comensal. En el comedor, la carta ofrece tres tipos de carnes, con cortes de estilo argentino: Angus, terneras que pastan en las praderas argentinas; la raza frisona, una raza del centro de Europa que produce una carne muy sabrosa, y la japonesa Wagyu, tierna pero quizá de menos sabor. El día de nuestra visita probamos una tira de carne con patatas gratinadas, que era realmente soberbia. En este caso era un filete de pobre muy bien cocinado y presentado, y se puede aclarar que no tiene nada que ver con la tira de asado, que es otra cosa. Las carnes están muy bien asadas en la parrilla de carbón, los profesionales de la parrilla respetan el punto solicitado y se puede acompañar de salsa bearnesa, bordelesa, marchand du vin y café de París. El lomo alto de 380 g es un espectáculo y difícilmente encontraréis otro tan bueno en la ciudad.
Para iniciar el ágape hay una infinidad de propuestas interesantes, entre ellas una ensalada de tomates, bonito y cebolla, platos caseros como el salmorejo, la esqueixada, macarrones o la tortilla rota de patata y butifarra. Pero, atención navegantes, que aquí tenéis un aviso: no os dejéis seducir por los llamados “raviolis de mamà”. No son raviolis, son cuatro mezzalune, que  este día tenía los bordes no crudos, secos quizá del congelador, y la salsa no decía nada. Difícilmente una madre le daría estos raviolis a su hijo, si lo quiere de verdad. Buenos postres, caseros, sobre todo la mousse de chocolate que probamos. Los precios son correcto y hay trucos para darle una satisfacción al bolsillo.

Detalles

Dirección
Casanova, 209
Sarrià-Sant Gervasi
Barcelona
08021
Transporte
Muntaner (FGC)
Horas de apertura
De lu. a sá. de 13.30 a 16 y de 20.30 a 23 h.
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