Abierto en octubre de 2022, Can Marlau es el primer restaurante propio de Ferran Soler, quien fue jefe de cocina de la Bodega 1900 de Albert Adrià. Y aquí el chef aporta todo el valor añadido de su trayectoria y know-how en un bar-restaurante gastronómico –esta es la definición que utiliza– donde encontrarás una cocina catalana de casa de comidas y tapas impecable, con toda la finura, técnica y producto que se espera de un bulliniano metido en lo tradicional. Nada de menú, solo carta, a precios asequibles, en estricto horario de casa de comidas: de lunes a viernes de 8 a 16 h, con especial atención al desayuno de tenedor. Marlau es el nombre compuesto del nombre de sus hijas, Maria y Laura: "después de 25 años trabajando 14 horas, quiero salir a las seis y verlas", explica Soler.
Soler apuesta por una carta que a primera hora del día solo enseña la patita, con desayunos de tenedor potentes y buenísimos –huevos fritos con chistorra, carita de cerdo, tortilla de bacalao y ajos tiernos...– y al mediodía aún gana más músculo y colágeno con cuchara, guisos y tapas. El producto de temporada es excelente; como una ensalada rusa sin historias (patata, atún, bonito y pimiento, pero ¡qué mahonesa!) o una ensalada de tomates de temporada con sardina ahumada y aceite de pistachos. Pero sobre todo este es un lugar para los rebañadores de pan en serie: su capipota –con judía blanca en lugar de garbanzos, que aporta mantecosidad– o una carrillera de ternera que el tenedor corta con un golpecito, son ejemplos de técnica aplicada a los sabores populares.