De la bondad de la pizza hablan los parroquianos, que son muchos, sobre todo de noche y ahora aún más que empieza el tiempo de las terrazas. Les atrae una masa elaborada diariamente, fina y adornada con productos de buena calidad que consigue el rojo, el verde y el blanco característicos de una pizza.
Aunque no sólo son tricolores, las pizzas que sirven en Buongiorno. Las blancas, sin tomate, son una alternativa muy interesante, donde destaca la genovesa, pesto, jamón dulce y tomates cherry, y la carbonara, con huevo, bacon y parmesano. Son dos pizzas diferentes a las que también podemos sumar la que lleva gorgonzola, champiñones y 'spek', el jamón ahumado del norte de Italia, tan diferente de nuestro ibérico. Las pizzas 'rojas' son las más conocidas, empezando por la margarita, que es la primera que llevó queso en Nápoles y que fue creada en honor a la reina Margarita de Saboya, que visitaba Nápoles y a quien quisieron agasajar formando los tres colores de la bandera italiana.
Es recomendable comenzar con un surtido variado de charcutería italiana y continuar con algún plato de pasta como las 'trofiette alla Portofino' (pequeña pasta parecida a los gurullos españoles) con pesto y tomates cherry, o los 'spaghetti alle vongole', con almejas. Y en cuanto a los segundos platos, destacan los escalopines con limón o con marsala. En la carta de vinos hay italianos de sorprendentes, sobre todo algunos rosados del Friuli. De postre: profiteroles, lionesas rellenas de crema y bañadas en chocolate.