Seguro que, si sois fans de las hamburguesas y habéis visitado Irlanda, habéis saboreado las delicias de Bunsen, una hamburguesería irlandesa nacida en 2013. Ahora estáis de suerte porque Bunsen ha elegido Barcelona como primera ciudad donde instalarse internacionalmente. El local se encuentra en el barrio Gótico y su decoración, en blanco y amarillo, llama la atención de todo el que pasea arriba y abajo de la calle Ferran. Y es que, desde dentro, sus ventanales ofrecen excelentes vistas a esta concurrida calle. La pieza central de su interior es un banco de cerámica que se curva a lo largo de las paredes, homenajeando así al espíritu modernista de nuestra ciudad. Además, si miráis arriba mientras en su corredor interior, veréis vueltas catalanas, haciendo referencia a los callejones del Gótico de alrededor del restaurante.
Su carta es reducida, ¡pero la calidad de sus productos es bien grande! Encontraréis una oferta simple que consta de dos hamburguesas (con y sin queso) y de dos tamaños (normal o doble). Ambas destacan por su sabor único, derivado de la máxima calidad de los productos que la componen.
Su carne de vaca proviene directamente de campos irlandeses y es picada cada mañana 'in situ', en el restaurante, mezclándose, solo con sal y pimienta unos segundos antes de ser cocinada.
Su pan es una versión del clásico panecillo de hamburguesa estadounidense, el amish, y se hornea a diario en un horno de confianza de Hospitalet. Posteriormente, añaden lechuga, cebolla, tomate y pepinillos, variedad considerada una delicatessen judía con un sabor único. Si decidís saborear su hamburguesa con queso, os encontraréis con uno muy parecido al queso de la hamburguesa tradicional americana. El toque final será una salsa que fusiona mayonesa, mostaza y salsa de tomate: una combinación perfecta.