De un naranja radiactivo, retorcida como un laberinto y en forma de espiral, en Pakistán hay una golosina que se llama 'jalebi'. De pequeña, Kishwar, la madre de Mani y Majid Alam, se pirraba por los 'jalebis' y siempre que podía comía, y de ahí que todo el mundo le empezara a decir 'baby jalebi'. Sus hijos, tras el éxito de los cuatro Fish and Chips esparcidos por Barcelona, quisieron rendirle homenaje y han puesto en marcha el Baby Jalebi en Gran Vía, junto su primer local, en la calle Rocafort, para cerrar el círculo.
"Siempre habíamos querido montar un restaurante de comida paquistaní, son nuestras raíces, y queríamos hacerlo a nuestra manera: que tuviera un aspecto diferente, moderno, que se pudiera beber alcohol, que no tuviera una carta larguísima .. . ", dice Mani, que hace 25 años que vive en Barcelona, picando piedra y amando la ciudad a fondo, ya es más de aquí que la fuente de Canaletas.
A partir de las recetas maternas, en Baby Jalebi se puede comer una ensalada fresca y sorprendente como la 'dahi bale' (con samosa, patata y yogur), una ocra tierna con el revoque sutil y ahumado de la casa, un pollo 'tikka masala' espectacular -de mejores que hemos probado! - y un 'palak paneer' (espinacas con queso) cremoso y delicioso. Los postres, tradicionales, también son un acierto: tanto el 'jalebi' (crujiente, dulcísimo, adictivo: ahora entendemos a Kishwar!), Como el 'gulab jamun' (bolitas de masa emborrachada y especiadas) o el raso malayo (tres insólitas texturas de leche).
El encargado del restaurante es el yerno de Kishwar, Khan, todo bigotes y amabilidad. Al mediodía tienen un menú que incluye plato principal más acompañamiento, bebida y postre. Siguen con la filosofía de que los caracteriza: comida de calidad a precios populares, y eso se agradece, ahora que el 'street food' está de moda y cualquier taco cuesta un cojón de mono. Céntrico, asequible, sorprendente ... El Baby Jalebi tiene todas las cualidades de sus predecesores y el gran atractivo de acercarnos de una manera casera y auténtica, vivida, en la cocina de la calle de Pakistán.