Poco después de la muerte de la chef Mey Hofmann este restaurante cambió de nombre y pasó de llamarse Bistrot a Arroz Hoffman. Tomaba así la especialización de una de las pasiones de la cocinera difunta: el arroz. Y es de esta manera como este producto toma otra dimensión en la casa Hofmann, propietaria también del restaurante estrellado y de la Taberna del mismo nombre, de un estilo más informal. ¡El arroz asado, con butifarra de perol y judías secas, de pura jugosidad, o el negro con sepias y alioli son excepcionales! Tienen un menú de mediodía y recuerda que, tratándose de Hofmann, conviene dejar sitio para los postres caseros, una pastelería de las más prestigiosas de Barcelona.
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