Abrir un restaurante en Enric Granados no es cualquier cosa. Es la calle de los restaurantes de moda, esa en la que los grandes grupos de restauración e inversores ponen el dinero para situarse en el centro del tablero de juego. Arko, por ejemplo, abierto en verano de 2024 en el centro de la calle de los restaurantes, es un serio aspirante al podio de mejor restaurante de sushi de Barcelona. Este es el proyecto de los empresarios Ferran Ballús y Joaquín Sánchez, propietarios de los restaurantes Carnal Steak House. Si se me permite el chiste, han puesto toda la carne en el asador: al frente está el brasileño Rafael Erbs, ex jefe de cocina de RíaKRU, que también pasó por Pakta, Enigma y Moments y gran experto en el cruce de caminos de Japón y Brasil.
En contraposición a los locales de sushi moderno y lujoso donde bailarines suben a la barra con chispas en la entrepierna, aquí el espectáculo solo está en la comida de la mesa. Con una selección de sushi y sashimi potentísima, con toques brasileños, nikkei y firma de autor, con ejemplos como un nigiri de ventresca de atún, mayonesa de yuzu y kumquat, otro de pescado mantequilla con salsa 'anticuchera' o el de foie con mermelada de pimiento y 'kizami'. Se recomienda pedir el menú degustación completo, que incluye diecinueve piezas servidas en una preciosa bandeja. Y el lujo es sobrio y discreto, con un interiorismo de materiales y líneas orgánicas, con elementos destacados como árboles de 'sakura' y moquetas que aportan una atmósfera envolvente y sofisticada, pero a la vez sobria e íntima, lejos de las tabernas de 'Star Wars ' del sushi-club estilo Madrid.