El restaurante Anormal no tiene pretensiones saludables, sino hedonistas: no fusionan, sino que cocinan iconos de la comida callejera (arepas colombianas, tacos, cebiche ...) en versión original y materia prima óptima. Una pequeña lujuria gastronómica a precios de amigo: ¡rebañad salsas, patacón en mano!
Y la verdad es que la relación calidad-precio es buena. Ahora, esto no va de 'fast-good' ligerito sino de caloría y grasa de la buena y de ensuciarse las manos a base de bien.(Aunque los tacos, como los de cochinita pibil, tiene una primorosa cocción lenta).