LeBisbetip está situado en Gràcia y respira los aires de un barrio esencial de "la Barcelona ponte guapa pero sin pasar por el cirujano plástico". Es un lugar agradable, muy apto para cenas en grupo, que no quiere decir acabar la noche cantando Clavelitos. Esto lo dejamos para otros lugares más estridentes.
Lo mejor de LeBisbetip son los embutidos y una serie de platos populares que todas las abuelas del mundo preparaban o preparan, y por suerte también los hijos y las hijas de estas sufridas abuelas milenarias. Me refiero a cremas como el hummus o tzatziki, tártars y cebiches y platos más nuestros como una 'esqueixada' o escabeches. Por eso decía que el lugar es 100% de Gràcia por su carácter transversal.
La diferencia, sin embargo, es que en LeBisbetip se busca cierta originalidad en unos platos clásicos. El cebiche es de dorada, otros lo hacen con rape. El salmón marinado está hecho con Pedro Ximénez. El tártar es de bacalao, aunque hacen uno de ternera bastante bueno. Son platos que van acompañados a la carta con unos huevos al nido con trufa o un surtido de montaditos que van desde uno con cebolla caramelizada con gorgonzola y vinagre de Módena hasta uno de sobrasada y miel. La carta no es muy extensa pero no aburre.
Estoy hablando de una cocina sin aspavientos que gusta a todos pero que le falta un pequeño paso –no más largo que el de Neil Armstrong por la superficie lunar– para acabar de encontrar esa mala leche que da a los platos el carácter que los hace únicos e intransferibles.
A veces, un toque más de sal sería suficiente. A veces, acentuar lo que quiere hacer un tártar o un cebiche diferente de otros cientos de tártars y de cebiches es la solución del enigma.
El tiempo dirá si LeBisbetip logra sobrevivir con un tipo de oferta culinaria que en Barcelona no falta.