La adaptación de la hamburguesa a nuestras raíces tiene, en ocasiones, resultados espectaculares. El mejor ejemplo es El Filete Ruso, pionero de la hamburguesa gourmet en Barcelona -abierto en 2008- y adscrito al movimiento Slow Food.
La insignia de la casa es la que le da nombre, con ajo, perejil y suave rebozado, aunque también encontraréis recetas que apuntan a la alta cocina francesa y española, como una extraordinaria burger con brie y mostaza de Dijon o la ibérica , con jamón de Jabugo y el disco cárnico. La ternera es excelente: carne de proximidad alimentada con cereales ecológicos. Y su bistec tártaro también está a la altura de las circunstancias.