En un lugar que podría parecer gastronómicamente inhóspito. Àlex Palet, tercera generación de Casa Palet –una charcutería de la calle Laforja, hoy un punto de referencia de calidad culinaria– se ha plantado en la planta inferior del Centro Comercial Les Glòries, en el marco de un espacio gourmet, El Mercat. Es sorprendente –y que esté siempre lleno lo confirma– encontrar en esta zona un lugar con excelente atención, buenas instalaciones y calidad en una oferta gastronómica de gran nivel.
El desafío de Àlex Palet ha resultado un éxito. Aquí hay otros espacios que también merecen comentario, porque parece que haya un compromiso para diferenciarse de la oferta que hasta ahora estaba pensada para comensales con prisas y poco exigentes. La carta de Palet es muy tentadora, variada y con precios que permiten abastecerse sin castigar la cartera. Cuando lo descubrimos, quisimos empezar con una ensaladilla rusa, tan buena o más que la de Laforja, que ya es decir, y con un carpaccio de lengua de ternera muy interesante: adobada y cocida, muy fina, claro, se sirve fría y aliñada con un toque de mostaza. Entre las tapas también brillan las patatas bravas y los buñuelos de bacalao, además de la tortilla de ídem, o los huevos fritos que ya se hicieron famosos en la Casa Palet original.
Entre los primeros platos, sobresalen el trinxat y las croquetas caseras de jamón ibérico y el salteado de setas de temporada con butifarra blanca del perol. Las hamburguesas, de primera calidad y presentadas a la piedra, pueden ser para una o más personas. Pero el plato estrella, que no se puede dejar de probar, es el rabo de buey con puré y el secreto de cerdo ibérico a la brasa con chutney de peras e higos. Hay un requesón de Fonteta con miel y piñones, un postre ideal para después de una comida intensa. La carta de vinos es excelente y la oferta de cavas y champanes muy bien seleccionada.